Tallín: Visita express

3.04.2017
Hoy decidimos ir a pasar el día a Tallín, me encantan estos días que decides irte a pasar el día a otro país! Encontramos una oferta para el ferry que va desde Helsinki a Tallín, ¡9,50€ ir y volver! lo gracioso fue que nos costó más ir de Hämenlinna a Helsinki que llegar hasta la capital de Estonia. 

De camino al puerto en Helsinki nos encontramos con una escultura de ... no sabría muy bien como describirlo, una imagen vale más que mil palabras, así que ahí va. Me parecía interesante compartirlo.

El gollum que provee agua al mar- así es como lo llamo yo
El ferry hasta Tallín son dos horas y media, tienen un supermercado con alcohol bastante más barato que en Finlandia, pero es mejor esperarse y comprarlo en Estonia, las diferencias de precio son descomunales. ¡Una experiencia muy finesa es ir a Tallín a comprar alcohol!

Por fin llegamos ya a Tallín, y me embriaga el sentimiento que me siempre me recorre el cuerpo cuando llego a un ciudad nueva, esta sensación de que todo es nuevo y diferente, qué aventuras nos depararan, mantengo los ojos bien abiertos y pienso, " vale, ya hemos llegado, y ... ¿ahora que? ¿hacía donde vamos? ". 
Empezamos a andar y enseguida llegamos a una fortificación y una pequeña torre, todo de piedra con las terrazas del color rojo/naranja característico de las tejas. Llegamos a una especie de puerta que nos da la bienvenida al casco antiguo más bien preservado del norte de Europa. Este te transporta a la era medieval con edificaciones góticas y unas calles adoquinadas y bastante coloridas. 

Entrada al casco viejo de Tallín
La fortificación que rodea el casco antiguo

Justo cruzar la puerta nos encontramos con un precioso trenecito azul con un aire antiguo que da un tour, no sé si es por que era lunes o porque puedes andar perfectamente alrededor de todo el casco antiguo, pero el tren estaba completamente vacío. 

El tren chu-chu 

Seguimos andando y pasamos por una iglesia que parece bastante antigua, la fachada esta un poco destruida y la torre al estilo gótico es de un color verde azuloso, la iglesia de San Olaf. No me llama mucho la atención, pero lo que no se es que más tarde me ofrecerá una de las vistas más espectaculares. Al girar llegamos a una calle bastante ancha, el suelo todo adoquinado, y las casas cada una de diferente color, que le dan un aire muy pintoresco a la ciudad vieja. Unos metros más lejos llegamos a la plaza central de la ciudad, la plaza del Ayuntamiento, a un lado encontramos el Ayuntamiento, construido a principios del siglo XV con una arquitectura gótica, es el único ayuntamiento que podemos encontrar de este estilo en el norte de Europa

Las "gargolas" del ayuntamiento

Plaza del Ayuntamiento, preciosas las casa que la rodean. Se puede disfrutar de un café o una cerveza en los restaurantes/bares que la rodean
En la calle que hay al lado hay una paradita con unos hombres vestidos con ropa medieval que nos invitan a entrar a una tienda donde hacen artesanía, y nos invitan a tomar un chupito de un licor que producen ellos que esta hecho de pimienta: nos lo sirven en unos vasitos de madera artesanos, y nos enseñan la manera correcta de beberlo; el meñique sostiene el vaso por debajo y el pulgar por la parte de arriba, y cierras el puño de tal manera que parece una asa, esto es porque los burgueses no querían tocar el vaso por donde lo habían tocado los criados. Con la otra mano te sostienes la cabeza para que no te suba todo de golpe! El chupito era bastante fuerte y picaba un poco debido también al sabor de pimienta. 

Nuestra siguiente parada, es para mi la más preciosa de Tallín, la Catedral de Alejandro Nevsky. una catedral ortodoxa rusa que data de finales del siglo XIX. Se ve claramente el estilo ruso que recuerda a la Iglesia del salvador de la sangre derramada de San Petersburgo, por estas cúpulas tan características. Además para añadir más magia al momento en que contemplamos la maravillosa catedral, un hombre toca la guitarra, en el interior se está llevando a cabo algún ritual religioso, así que decido salir otra vez para disfrutar del guitarrista.

Vistas laterales de la Catedral, las formas circulares y las cúp

Entrada a la catedral
Seguimos andando para llegar al extremo de la fortificación, tuvimos que subir por una calle un poco inclinada para llegar hasta la muralla, resguardada por una escultura de algo que parecía un dementor de Harry Potter. Subimos las escaleras.. ¡qué escaleras! cada escalón mide unos 35 centímetros cada escalón, por suerte no tenemos que subir muchas para poder llegar arriba y tener una vista más aérea de la ciudad.

¡¡Aaahh, el dementor se me va a llevar!! (detrás de nosotros se pueden ver los escalones para gigantes)

En la fortificación, nos permitió tener una vista aérea. Aunque nuestra segunda vista aérea de la ciudad será mucho más impresionante

Llegó el momento de comer, así que nos dirigimos hacía un restaurante que hemos visto antes que parece que tienen un menú bastante bueno y económico. El sitio está bajo tierra, bajamos por unas escaleras (quiero decir, que si alguna vez vais a Tallín, cuidado con las escaleras...), otra vez escalones para gigantes, y llegamos al restaurante que no está muy iluminado, pero da un toque muy tranquilo. La carta tiene 2 páginas del menú dedicadas a comida, y 5 más dedicadas exclusivamente a cervezas, procedentes de varias partes de Europa. Todos elegimos cervezas diferentes, pero todas de Estonia, tenemos que degustar las bebidas locales, y la verdad que todas tienen un sabor muy diferente, nunca había probado una cerveza cómo la que bebí allí, deliciosa!
Una anécdota intercultural que pasó: me pido ensalada con queso de cabra, y la ensalada no esta aliñada ni nada, así que le pido a la camarera si me puede traer aceite, y lo que me trae es un ¡¡mini-cuenco con aceite de girasol!!  la cara que se me quedó al pensar que tenia que aliñar mi ensalada con eso... me la comí sin aceite ni nada!

Felices con nuestras cervezas de Tallín esperando la comida

Cuando salimos nos dirigimos otra vez a la iglesia de San Olaf, para hacer una parada obligatoria, subir hasta la cima de la torre de la iglesia. El precio es de 2€ con carnet de estudiante, vale mucho la pena. Obviamente no hay ascensor, así que habrá que subir hasta arriba por estas magnificas escaleras típicas de Tallín, la iglesia actualmente mide 124m, pero solo subimos hasta la mitad, son 60m, los otros 64m son el tejado puntiagudo. Otra vez nos encontramos con estas escaleras de 35cm de altura (por decir algún numero, no tengo ni idea, pero si que son más altas de lo normal), van subiendo en forma circular, la torre y las escaleras son tan estrechas que por inercia vas subiendo, ya que cuando pisas un escalón, hace curva ya que te gira el cuerpo para que sigas subiendo, arriba, y arriba, y más arriba... y más arriba!! 60 m de subida - 258 escalones que nos llevan hasta la cima! Pero llegamos! Y las vistas.. increíbles, podemos ver todo el casco antiguo, las 3 principales iglesias, a la derecha vemos la fortificación que protegía la ciudad vieja, y  a medida que vamos hacia la izquierda vemos la ciudad y el puerto de Tallín.

Panorámica del casco viejo de Tallín

Vistas de las 3 principales iglesias de la ciudad: a la izquierda la iglesia de San Nicolás, en el medio la ortodoxa Catedral de Alejandro Nevsky y a la derecha la iglesia del domo (toomkirik)

Las dos chinitas y el patito por detrás

Selfie desde la cima de la Iglesia después de la agotadora subida
La bajada es mucho más light que la subida. Una vez estamos otra vez en tierra, andamos sin un rumbo muy concreto, pero acabamos en una calle peatonal que tiene dos torres que marcan lo que en un pasado sería el final de la calle y cerrarían la fortificación. Hay también algunas tiendas en las que podemos comprar unos souvenirs.

La vaca y las tres Marías

En la calle había un edificio con la bandera de Estonia, y obviamente tenía que sacar una foto :D

La calle peatonal que delimita el casco antiguo
Para finalizar nuestra visita vamos a recorrer los parques de los alrededores de la muralla, es principio de Abril, así que aún no han florecido las flores, y está todo un poco seco, las vistas en verano tienen que ser precioso, todo florecido y verde. Aún así disfrutamos de la naturaleza, me encuentro un árbol hueco por dentro, y obviamente, tengo que hacerlo:

Tree hug with love
Subimos al pequeño monte que hay. Al fondo vemos la Iglesia de San Olav
Y ya llegó la hora de volver hacía Finlandia y Hämenlinna, pero antes hacemos una pequeña parada para comprar algún licor en Estonia (y ahorrar algo de dinero), me compró Glogi, un vino típico de Finlandia que se toma caliente en Navidad. 

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