Laponia - Día 5: tour en trineo de huskies y ¡se acabó!

19.03.2017
Y llegó el día de despedirse de Laponia. Se me hace un poco difícil levantarme, pero pensar que hoy vamos a ir en trineo de huskies me da energía!
Después de recoger todo y dejar las maletas en el bus, conducimos una hora, que aprovecho para dormir, hasta llegar al sitio, que resulta ser el mismo que el de las motos de nieve. Nos dividimos en 3 grupos, y a nosotras nos toca esperar, aunque la espera se hace amena, ya que nos ofrecen café y estamos en una cabaña preciosa con paredes de cristal y el día es muy soleado, así que podemos sentir el calor a través del cristal. 
Cuando llega nuestro momento, nos dirigimos hacía otra cabaña, tiene forma de cono muy alto, y es mucho más pequeña (para unas 15 personas). Nos volvemos a dividir en grupos, y otra vez nos toca esperar. Nos ofrecen una bebida caliente con sabor a moras, que está deliciosa y el chico que está con nosotras nos cuenta cosas sobre los huskies muy interesantes. Él y su mujer compiten en carreras de huskies que pueden durar hasta 10 días!! También nos cuenta como educan y enseñan a los perros, cómo eligen al líder del equipo, lo inteligentes que son y como aprenden y se enseñan entre ellos. Me parece fascinante.
Después de media hora conversando por fin llega el momento de la acción, cuando escuchamos ladrar salimos todas corriendo de la cabaña para ver a los huskies! Cuando los vi por primera vez me parecieron bastante pequeños, me esperaba algo más grande, ya que tiran de un trineo por horas... Nos ponemos por parejas, primero empiezo conduciendo yo, no tiene mucha dificultad, hay una palanca en el pie que se usa como freno, y para girar inclinas tu cuerpo hacia derecha o izquierda.


¡Qué empiece la carrera!



El escenario es precioso, el día es claro y soleado, el cielo se ve azul, algo que aprecio mucho más desde que estoy en Finlandia. Para nuestra suerte o desgracia nuestros perros son bastante lentos (o nosotras estamos muy gordas...) y no tiran del trineo, casi tengo que bajar y ponerme a correr para empujarlos, aunque así disfrutamos calmadamente del paisaje. Cuando acabamos el paseo tenemos un rato para acariciar a los huskies y sacarnos todas las selfies que queramos.

Ola k ase? Selfie huskiana
Al terminar esta experiencia maravillosa, ya volvemos hacía el bus y empieza la interminable travesía hasta llegar a casa: 15 magnificas, adorables y cómodas horas (nótese el sarcasmo).

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