Helsinki: la capital tranquila

Para las vacaciones de Semana Santa mi familia vino a visitarme, así que decidimos hacer un poco de turismo por Finlandia, Helsinki (la capital del país) y Rovaniemi (la capital de Laponia).

La visita a la capital finesa empezó de lo más divertida, llegamos al centro de Helsinki, con las maletas y con muchas ganas de dejarlas en el hotel e ir a llenar nuestros estómagos vacíos; llegamos al hotel, y para sorpresa la nuestra era un ¡¡hotel que no tenía personal!! A lo Juan- Palomo, yo me lo guiso, yo me lo como. Lo mejor de todo era ver la cara de desconcierto y de hambre de mi padre y lo peor que teníamos que esperar hasta las 16:00h (aprox. 2h) para poder hacer el "check-in" y entrar en nuestra habitación.

Nuestra primera parada turística fue la plaza del Senado, una gran plaza construida durante la primera mitad del siglo XIX. En el centro de la plaza hay una estatua de Alejandro II, el zar ruso que mandó construir la plaza y justo detrás de esta, se encuentra la gran escalinata que da acceso a la Catedral de Helsinki, considerado de los edificios más fotografiados de Finlandia. Rodeando la plaza también se encuentra el Senado, el edificio principal de la Universidad de Helsinki y la Biblioteca Nacional. 

Estatua de Alejandro II y la Catedral Luterana (o Catedral de Helsinki)

Selfie familiar en la plaza del Senado. ¡La belleza está en nuestros genes!

El precioso tranvia de Helsinki cruzando la Plaza del Senado

Salimos de la plaza y nos dirigimos hacía el puerto. Cerca del puerto hay un mercado de artesanos que vendían productos de Finlandia de todo tipo hechos a mano, desde los más turísticos, hasta los más originales como cerámicas con temática de cuervos, dibujos en campanillas de diferentes paisajes, o adorables señoras de unos 70 años que tenían dulces típicos y   piezas hechas en telar, y sin olvidarnos por supuesto de los varios sitios para comer salmón preparado de varias maneras diferentes. Como está cerca del mar, está lleno de gaviotas, y mi hermano tuvo la genial idea de intentarles dar de comer, y sacó una sardina que había comprado y de repente, una avalancha de gaviotas se acechó hacía mi mama y hemano! Gracias a Dios no hubo ningún herido, las gaviotas disfrutaron de un buen manjar y nosotros nos llevamos la bronca de algún que otro propietario de los puestos de comida por atraer a los pájarillos.

Coloridas sillas que dan más alegría al paseo delante del mercado

Artesana dibujando la Catedral de Helsinki en una campana 

Fritanga de salmón que puedes comer en uno de los muchos puestos de comida

Siguiendo con los mercados, justo enfrente de este mercado de calle, se encuentra el mercado de comida, de lejos parece un edificio de chocolate, delicioso, como la pinta que tienen los manjares que puedes encontrar en el interior. El diseño interior de cada paradita es precioso, había comida de todo tipo, pero sobretodo está especializado en pescados y salmón, y carne de reno, entre otras muchas cosas.

Paraditas dentro del mercado, que dan un aspecto muy acogedor

Salmón preparado de diferentes maneras. Especialidad el mercado y del país.

Hablando de comida, en Helsinki se come muy bien, hay restaurantes muy buenos: Zetor fue uno de mis favoritos, a parte de que la comida es buenisima, el ambiente del local es increíble, poco iluminado para dar un toque íntimo, con una pista de baile para los más animados, y una decoración muy peculiar. Bar #9, fue otro de los bares que más me gustó, ofrecen unas patatas al horno con una salsa de ajo... que hmmm madre mía que delicia. Creo que el sitio más curioso en el que comimos fue en un barco que hay amarrado en el puerto cerca de los mercados, que ofrece la posibilidad de comer en el interior una comida deliciosa. Y el último que me pareció muy peculiar es O'learys, un bar de deportes, que sin exagerar tenía más de 40 televisores, y proyectaban todo tipo de deporte, fútbol, basquet, hockey, criquet... y todo decorado muy deportivamente, con fotografias de deporte, camisetas firmadas, palos de hockey. 

Cerca del puerto hay otra catedral, la Catedral de Uspensky,y es la segunda catedral más visitada después de la de Helsinki, con unos característicos ladrillos color granate potente y una cúpula color verde-azulosa, dos características que también encontraremos en otras iglesias alrededor del centro de la ciudad

Majestuosa Catedral Uspenky

Durante los 3 días que estuvimos allí, recorrimos buena parte del sur de la ciudad, no es una ciudad muy grande, pero al ritmo de mi padre tampoco podíamos ir muy rápidos. Andando por el centro te encuentras detalles en los edificios y en la calle muy preciosos, que hacen que perderse por ahí sea todo un placer.

Haciendo el payaso imitando a una foca de una fuente 

Los brodas' in da city

A lo largo de toda Finlandia algunos paneles están decorados con dibujos muy hermosos como este

Un edificio que me hace mucha gracia por los caretos que tiene esculpidos

Un día decidimos alejarnos un poco del centro más turístico para ir a buscar la costa oeste y disfrutar de un paseo a orillas del mar. Aunque en algún momento se nos pasó por la cabeza bañarnos en el mar, nada más tocar la fría agua, se nos esfumó tal idea. Durante el recorrido también pudimos disfrutar de alguna que otra iglesia y algún parque esperando la primavera para florecer y dar un nuevo color a la ciudad.

A orillas del mar Báltico

Otra catedral con algunas características parecidas a la de Uspensky

En general Helsinki, la capital tranquila, como la llamo yo,  despierta una calma y tranquilidad muy acogedora, no se si será por la actitud finesa, basada en una muy buena educación social, que se ve reflejada en la forma en como interaccionan, la limpieza de las calles, la amplitud de estas debida al paso del tranvia, que permite disfrutar de tu espacio personal junto con el hecho que no es un país muy poblado, y eso se nota, ya que en ningún momento te encuentras en lugares abarrotados, no se que es pero cuando te sumerges en sus calles, se te mete algo en el cuerpo que te hace sentir relajada.

En la calle principal, está sensación de amplitud y tranquilidad