Laponia - Día 2: Supervivencia y motos de nieve

16.03.2017

Hoy nos espera un día bastante ajetreado y con muchas actividades, el sitio donde nos hospedamos está perdido en medio de la naturaleza, a nuestro alrededor solo hay bosques y lagos, el médico más cerca está a "solo" 50 km y el hospital a 350 km; así que más nos vale tener cuidado!

Empezamos el día haciendo esquí de fondo, al principio nos dan algunas explicaciones sobre como esquiar y cuando ya lo tenemos controlado, empezamos la travesía: 2 km de ida y 2 de vuelta. Al principio tengo que confesar, que me cuesta un poco, la nieve no resbala, y lo único que hago es andar con esquís. A causa de mi lentitud me quedo la última en la cola, lo cual me permite disfrutar del paisaje y del silencio del bosque, está todo nevado y hay un poco de brisa que levanta la nieve y me azota la cara. La verdad es que es bastante agotador pero sienta bien hacer ejercicio! La vuelta es mucho más rápida y amena, ya le he pillado el truco y se como controlar los movimientos de mi cuerpo para ir más rápido y resbalo mejor; ¡voy bastante más rápida que antes! En el camino de vuelta decido hacer una parada, hay aproximadamente medio metro de nieve y quiero submergirme en la gran piscina blanca. Salto y obviamente me hundo, El trabajo consiste en salir de allí, apoyo mi pie y se hunde, intento utilizar mi mano y se hunde también y me estampo de morros contra la nieve. Es imposible salir de allí y no puedo parar de reírme viéndome atrapada intentado salir. Después de muchos esfuerzos e intentar hacer la croqueta, consigo salir.

Ruta de esquí de fondo

Después de comer tenemos el curso de "artic skills". Primero nos dan algunos consejos para sobrevivir en temperaturas extremas. Algunos de los consejos que nos dan:
  • Siempre llevar muchas capas de ropa y que no sea algodón, ya que este se pega a la piel y no permite que pase aire (necesario para calentar bien el cuerpo). Es mejor utilizar lana.
  • Importante si se llevan cerillas para encender un fuego que estas estén recubiertas con plástico para que se mantengan secas y no cojan humedad. En la actividad del sábado noche aprenderemos a hacer fuego. 
  • Hay que recordar también que las baterías se agotan más fácilmente cuando hay bajas temperaturas, así que no utilicemos el móvil como GPS. El sábado también haremos una actividad con GPS para guiarnos en el bosque (ya os contaré más el sábado ;) )
  • Lo último que nos explican es como hacer un quinzee, es una especie de casa/iglú en la que puedes resguardarte y pasar la noche a cubiertas del frío (aunque no es iglú porque estos se hacen con bloques de hielo, y un quinzee se hace con nieve). Así que vamos manos a la obra y a construirlo!
Nos dirigimos al lago, ya que alrededor de este hay una zona en la que hay mucha nieve que podremos utilizar para construir nuestro pequeño hogar. Primero hacemos una gran montaña de nieve y nos aseguramos que está dura y ponemos unos palos de unos 30 centímetros formando dos círculos concéntricos, que nos ayudarán a marcar el grosor de las paredes. Para situar la puerta tendremos que ponerla en dirección perpendicular al viento, ya que sino a la mañana siguiente nos encontraríamos atrapados en el interior del quinzee con la puerta cubierta de nieve debido al viento. Decidimos hacer dos puertas para que así estemos todas entretenidas (si alguna vez tenéis que hacerlo en modo supervivencia real ¡¡haced solo una!!). Después de mucho esfuerzo y sudor conseguimos conectar las dos puertas y hacer un túnel que las comunica, dentro es un poco claustrofóbico, pero es agradable.
Fila de quinzees que construimos entre varios grupos

Aquí estamos intentando cavar las dos puertas del túnel

¡Lo conseguimos! Podemos cruzar el quinzee

Equipo entero de construcción de quinzee. 10 personas y
tardamos 30' mínimo.. yo sola no lo se si sobreviviría

Ya que estamos en el lago y con las actividades de supervivencia, aprovechamos para hacer ice fishing. Me hace mucha ilusión, era una de las cosas que quería hacer en Finlandia sí o sí! Cogemos el cacharro (que no tengo ni idea como se llama) para hacer agujeros y empezamos a cavar, hay como 20cm de hielo. La caña de pescar es más pequeña que mis dos manos juntas. Por mala suerte no conseguimos pescar nada.. aunque tampoco es de extrañar ya que nos dieron un gusano de plástico como cebo... (supongo que los peces no son tan estúpidos como nos pensábamos). La parte positiva es que pudimos disfrutar del sol y el cielo claro; algo no muy frecuente en Finlandia.


¡Qué suerte tuvimos, porque hacía un día espléndido!

Caña para pescar en el hielo y un colador para sacar el hielo

Feliz intentando pescar algo, sin grandes resultados...

La gran pesca fallida

Después de cenar (cenar en finés quiere decir comer a las 5:30 de la tarde...) viene la gran actividad del día, motos de nieve!!Son las 8 de la tarde, y obviamente ya es oscura. Nos equipamos y empezamos, yo empiezo como pasajera lo cual me permite disfrutar del paisaje, el cielo estrellado y la conducción "temeraria" de mi Emeric. Entre comillas porque la velocidad máxima de la moto es de 40 km/h. Aún así es divertido, la carretera esta llena de baches y es muy divertido coger las curvas a máxima velocidad. A mitad de camino nos paramos, literalmente en el medio de la nada. Apagamos las luces de las motos y se hizo la magia. Nunca en mi vida había visto tantas estrellas ni un cielo tan nítido, parece que estemos en la punta del mundo, y que el cielo sea una cúpula estrellada que nos protege de cualquier cosa que pueda pasar. A medida que pasa el tiempo nuestros ojos se acostumbran y podemos vislumbrar el paisaje, un descampado casi infinito con tan solo un árbol en medio que le da un toque muy poético al escenario, añadiendo el hecho de que podemos empezar a apreciar como una tímida aurora verde empieza a iluminarse. Además podemos localizar algunas de las constelaciones más importantes y la estrella polar con bastante claridad. Empieza la vuelta, ahora me toca conducir a mi. Estoy un poco nerviosa, doy gas... todo en orden, giro el volante... todo en orden. Empiezo a coger velocidad y cada vez me siento más cómoda conduciendo, me gusta mucho ir controlando el vehículo y dar máxima velocidad en una curva e inclinar mi cuerpo para que se acentue la sensación de velocidad. ¡¡Gas, gas, gas, gas!! Es una sensación de velocidad y libertad que me encanta (limitada a 40km/h, pero muy satisfactoria), supongo que esto de no conducir nunca hace que sienta que sea algo increíble. 

  
Preparadas para conducir

Comentarios

Entradas populares